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Habitual Residence - Art. 3

The father claimed that the children did not have their place of habitual residence in Portugal because the family was domiciled in Belgium. The court emphasised that the concept of habitual residence is a factual concept, which is independent of the legal concept of domicile and which was to be construed as being the place of the effective centre of gravity of the child's life, the place where the child has his or her centre of emotional, family, educational and social interests.

In this particular case, the children lived together since 2003 with their mother and their grand-mother in Portugal, where they went to school. They did therefore have their habitual residence in this country.

Grave Risk - Art. 13(1)(b)

In addition, the father referred to the exception of grave risk; according to him, the return of the children would place them in an intolerable situation due to the mother's financial situation, their living conditions and their healthcare.

With regards to the living conditions, the court observed that the mother had not moved since her separation from the father and added that the father did not support any of his statements with documents while a social worker assessment had been carried out at the mother's home before the Portuguese court provisionally gave her the custody of the children in October 2008.

The father considered that the mother neglected the children's health. The court observed that the health problems were not as serious as the father alleged them to be as the children were leading a normal life in Belgium. The court added that, inter alia, it had not been established that the children's health issues were due to their mother's neglect, or that they could not adequately be taken care of in Portugal.
 

Objections of the Child to a Return - Art. 13(2)

The father alleged the children to be suffering psychological disturbances and requested the hearing of the eldest. The court excluded hearing the eldest of the children, who had just turned 6 years of age, adding that it was likely that the children were disturbed by the situation, but this did not mean it was a result of their living conditions with their mother, and emphasising that the Portuguese courts (already seised) could, if necessary, order an expert assessment.

Author of the summary: Aude Fiorini

Résidence habituelle - art. 3

Le père faisait valoir que les enfants n'avaient pas leur résidence habituelle au Portugal car la famille était domiciliée en Belgique. Le tribunal souligna que la notion de résidence habituelle est une notion de fait indépendante de la notion légale de domicile et traduisant le lieu de vie où se trouve le centre de gravité effectif de la vie de l'enfant, le lieu où il a  le centre de ses intérêts affectifs, familiaux, éducatifs et sociaux.

En l'espèce, les enfants vivaient au Portugal depuis 2003 avec leur mère et leur grand-mère et y étaient scolarisés. Ils avaient donc bien leur résidence habituelle dans ce pays.

Risque grave - art. 13(1)(b)

Le père invoquait par ailleurs l'exception du risque grave : Selon lui le retour des enfants les placerait dans une situation intolérable du fait de la capacité financière de leur mère, de leurs conditions de logement et de leurs soins de santé.

S'agissant des conditions de logement, le tribunal observa que la mère n'avait pas déménagé depuis la séparation et ajouta que le père n'étayait ses dires d'aucun document alors qu'une étude sociale avait été menée au domicile de la mère avant que le tribunal portugais lui confie provisoirement la garde des enfants en octobre 2008.

Le père estimait que la mère négligeait également la santé des enfants. Le tribunal constata que les problèmes de santé n'étaient pas aussi graves que le prétendait le père, les enfants menant une vie normale en Belgique. Il ajouta qu'en outre, il n'était pas établi que les ennuis de santé des enfants étaient dus à la négligence de la mère ni qu'ils ne pouvaient être adéquatement pris en charge au Portugal.

Opposition de l'enfant au retour - art. 13(2)
Le père faisait état de perturbations psychologiques des enfants et sollicitait l'audition de l'aîné. Le tribunal exclut d'entendre l'aîné des enfants, âgé de 6 ans à peine, et ajouta qu'il était probable que les enfants soient perturbés par la situation, ce qui ne voulait pas dire qu'ils l'étaient en raison de leurs conditions de vie auprès de la mère, soulignant que les juridictions portugaises (déjà saisies) pourraient si besoin ordonner une mesure d'expertise.

Auteure du résumé : Aude Fiorini

Opposition de l'enfant au retour - art. 13(2)

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Los niños nacieron en 2002 y 2004. Su madre portuguesa y su padre belga se casaron y vivieron en Bélgica hasta 2003, cuando se mudaron a Portugal. Se separaron el 25 de diciembre de 2005. A partir de ese momento, los niños vivieron principalmente con su madre y el padre los cuidaba cuando deseaba. 

En septiembre de 2006, el padre regresó a Bélgica. Viajaba a Portugal regularmente para ver a los niños. En enero de 2007, la madre inició un proceso de custodia en Portugal. Se le otorgó a la madre la custodia provisional el 7 de agosto de 2008.

El 3 de agosto de 2008, el padre se hizo cargo de los niños para llevarlos de vacaciones a Bélgica. No los regresó en la fecha acordada. 

La madre solicitó la restitución de los niños ante las Autoridades Centrales portuguesas, que transfirieron dicha solicitud a las Autoridades Centrales belgas en septiembre de 2008. En octubre, el padre obtuvo la custodia exclusiva de los niños en Bélgica mediante la resolución de un juez de Bruselas (juge de paix).

Restitución ordenada; la retención fue ilícita y no aplicaban las excepciones. 

Residencia habitual - art. 3

El padre argumentó que los niños no tenían residencia habitual en Portugal porque la familia tenía domicilio en Bélgica. El tribunal hizo hincapié en que el concepto de residencia habitual es un concepto fáctico, independiente del concepto jurídico de domicilio y que tiene que construirse como el lugar en el que efectivamente se encuentra el centro de vida del niño y el centro de sus intereses emocionales, familiares, educativos y sociales. 

En este caso, los niños vivieron juntos con su madre y abuela materna en Portugal desde 2003 y fueron a la escuela en dicho país, por lo que su residencia habitual se encontraba en Portugal. 

Grave riesgo - art. 13(1)(b)

El padre se refirió además a la excepción de grave riesgo. Según él, la restitución pondría a los niños en una situación intolerable debido a la mala posición económica de la madre, las condiciones en las que vivirían y la asistencia médica que recibirían. 

En cuanto a las condiciones de vida, el Tribunal observó que la madre no se había mudado desde su separación del padre y añadió que el padre no había sustentado sus declaraciones con evidencia documental. Un asistente social había realizado un estudio ambiental en el domicilio de la madre antes de que el tribunal portugués le otorgara la custodia provisional de los niños en octubre de 2008. 

El padre alegaba que la madre descuidaba la salud de los niños. El Tribunal observó que los problemas de salud no eran tan graves como planteaba ya que los niños llevaban una vida normal en Bélgica. Inter alia, no se había probado que los problemas de salud de los niños se debieran a negligencia por parte de la madre o que no pudiesen tratarse adecuadamente en Portugal.

Objeciones del niño a la restitución - art. 13(2)

El padre afirmó que los niños sufrían trastornos psicológicos y solicitó que se escuchara al más grande. El Tribunal denegó el pedido porque el niño tenía tan solo 6 años y añadió que probablemente los niños estuviesen perturbados por la situación, pero que ello no significaba que era debido a las condiciones en las que vivían con la madre. Subrayó que los tribunales portugueses (que ya intervenían) podrían, si lo consideraban necesario, ordenar una evaluación por parte de un experto. 

Autora del sumario: Aude Fiorini